"Imaginaba que iba a volver" aseguró el base que volvió a Quilmes.
El primer día de la temporada de Quilmes tuvo caras nuevas y no tanto. Es el caso del base Nicolás Ferreyra, uno de los emblemas del ascenso de 2011. El nicoleño se ganó ese año el cariño de los hinchas, quienes recibieron de buen grado la noticia de su regreso. Pero nadie la recibió mejor que el propio Ferreyra. “Desde que me fui supe que algún día iba a volver a ponerme esta camiseta”, le dijo a LA CAPITAL.
-De vuelta en Quilmes, ¿cómo es la sensación?
-Fue todo muy especial. Todos los recuerdos de mi paso anterior por el club están muy a flor de piel y más todavía con Once Unidos, con la coincidencia de empezar a entrenar en esta cancha. Estoy muy contento por haber vuelto y por comenzar a entrenar. Estábamos muy ansiosos. Todos en la misma sintonía, tratando de ponernos bien físicamente. Eso es lo más importante ahora.
-¿Esperabas este regreso?
-Imaginaba que iba a volver porque lo quería. El último año que estuve en el club fue malo, se tocó fondo. A partir de ahí el grupo de trabajo empezó a hacer las cosas mucho mejor y desde entonces Quilmes no ha parado de crecer. Siempre de a poco hasta encontrarnos hoy con un equipo afianzado en la categoría. Es muy importante todo lo que se consiguió. Esta situación me dio todavía más ganas de regresar. Desde que me fui supe que algún día iba a volver a ponerme esta camiseta.
-Viviste de todo en Quilmes: un ascenso, un descenso…
-Sí, y en poco tiempo, además. Crecí mucho como jugador en esos dos años. Hoy lo hablaba con Javier Bianchelli. El club me dio la posibilidad de vivir una de las alegrías más grandes que tuve en el básquetbol que fue ese ascenso que conseguimos en 2011. Después también me dio la posibilidad de seguir creciendo como jugador de básquetbol, más allá de haber perdido la categoría. Maduré como persona y como jugador ese año. Me permitió irme después a Regatas Corrientes para integrar un equipo campeón de Liga Nacional. Fue raro: el club pasó un momento malo, yo no me fui como hubiera querido, pero a mí me sirvió. Conseguí cosas como jugador y todo lo vivido acá me permitió seguir jugando en la Liga. De esas cosas uno no se olvida.
-En relación a aquel momento en el que dejaste Quilmes, ¿cómo te encuentra esta oportunidad?
-Más viejo, ja, ja, ja…Me encuentra más maduro, con más años de experiencia. Pasé por varios equipos, casi siempre con diferentes roles, en todos creo haber estado a la altura. Crecí como jugador, estoy más consolidado. Estoy apto para volver y para afrontar todo lo que significa Quilmes. A mi entender no es lo mismo que jugar en otro club. Las cosas se viven de otra manera, la gente lo vive más pasionalmente. Lo conocí y me “picaba el bichito” de volver a vivirlo.
-Es una gran responsabilidad por partida doble para vos. La vara está alta. El equipo viene de jugar final de Conferencia y tenés que ocupar el lugar nada menos que de Luca Vildoza…
-Lo hablé con Luca, lo hablé con los chicos del cuerpo técnico. Se nos va uno de los jugadores más talentosos de los últimos años en la Liga Nacional. Es muy difícil ocupar su lugar. Por los destellos que brindaba como jugador o por su condición de mimado de los hinchas. Era el jugador del club, había nacido en Quilmes, y daba además un montón de cosas en la cancha. Ocupar su lugar es imposible, pero si puedo tratar de suplantarlo con juego en conjunto, con dinámica. Intentaremos de que su ausencia no sea tan notoria, jugadores como él aparecen muy de vez en cuando. Trataré de aportar trabajo y otras cosas que sé hacer para que el equipo no extrañe demasiado a un jugador que fue clave en todo lo conseguido recientemente.
-¿Cómo fue este primer encuentro? ¿Se plantearon algún objetivo para la temporada que comienza?
-Más allá de que falta poco para empezar a jugar, pusimos pequeñas metas y hablamos de lo que queremos como grupo. En una Liga larga es muy importante mantener impermeables a todo los valores que queremos como grupo. Sabemos que será una temporada larga y difícil. Estará cargada de partidos, por la competencia internacional y también por el recuerdo de la gran última campaña. La clave está en armar un grupo sólido y prepararse físicamente para todo lo que vamos a afrontar. Estas dos primeras semanas están para conseguirlo. Y después nos pondremos metas a corto plazo en lo que tiene que ver con el juego y con el ensamblaje de las nuevas piezas. No hablamos nada. Pero estamos focalizados en ser un equipo con mucha dinámica, que se pase bien la pelota, defensivo y que no pierda la esencia del torneo anterior. No hay muchos secretos.
Arrancó Quilmes con caras nuevas y la vara alta
La pretemporada de Quilmes, finalista de la Conferencia Sur en la última Liga Nacional de Básquetbol, comenzó este lunes con una larga práctica matinal en el estadio de Once Unidos, la vieja localía, escenario de los primeros movimientos.
El estadio de Parque Luro viene como anillo al dedo para la modalidad de trabajo del entrenador Javier Bianchelli, quien prefiere entrenar en un único turno largo. Allí el plantel tiene a mano el gimnasio y también la pileta.
El equipo “tricolor”, que dejó la vara muy alta en la temporada anterior, tendrá además que jugar Liga Sudamericana. Ayer se supo que Quilmes debutará el jueves 21 debutando a Argentino de Junín y jugará su primer partido en el Polideportivo “Islas Malvinas” justamente frente a los juninenses el miércoles 27, dos días antes que el primer superclásico.
Sin el puertorriqueño Ricardo Sánchez -arribará a Mar del Plata el próximo domingo junto al presidente del club, Pablo Zabala- y Eric Flor, afectado a la Selección nacional, el equipo se movió bajo la mirada de Bianchelli y su cuerpo técnico. A propósito, ayer fue presentado al plantel el nuevo preparador físico, Juan Manuel Silguero, quien ocupa el lugar de Facundo Viader.
Tampoco estuvieron los juveniles Tomás Reimundo -jugando el Argentino U19 con la selección de Provincia de Buenos Aires- y Juan Esteban De la Fuente, lesionado.
Los jugadores presentes en esta primera práctica del ejercicio 2017/2018 fueron Nicolás Ferreyra, Bruno Sansimoni, Enzo Ruiz, Emiliano Basabe, Maximiliano Maciel –otra vez capitán del equipo-, Iván Basualdo, Omar Cantón y los juveniles Lucas y Agustín Ecker, Francisco y Joaquín Arraiz, Esteban Bonomi, Darío Skidelsky y Sebastián Massolo.
Quilmes entrenará durante toda la semana en Once Unidos. De momento, más allá de algunos sondeos realizados por Bianchelli durante la Clínica de Paraná, no hay amistosos confirmados.